Este mes de mayo, que está por terminar, no sólo
ha sido pródigo en lluvias que han reverdecido los campos y en algunos casos
producido inundaciones, sino también en muertes de queridos amigos. Quiero referirme
a dos de ellos: Gautama Fonseca y Alfredo Villatoro.
El primero fue mi maestro en la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Sociales. Lo recuerdo, siempre puntual, impartiéndonos la clase de
Derecho Civil, con el rostro severo y la palabra precisa y elegante.