jueves, 10 de julio de 2014

El lenguaje belicista del fútbol

A raíz de la derrota que sufrió la selección de Ecuador con su similar de Suiza, la hija del entrenador Reinaldo Rueda, dedicada en forma profesional al periodismo deportivo, expresó: "Hemos perdido una batalla, pero no la guerra". Al final, la selección sudamericana terminó perdiendo la guerra, aunque con más méritos que la de Honduras.

Vale la anterior cita para constatar que en el fútbol, consciente o inconscientemente, se utiliza un lenguaje belicista, y ello es válido para entrenadores, jugadores, narradores, comentaristas y público en general.

jueves, 12 de junio de 2014

Fútbol e Identidad Nacional

Poco antes del inicio del Campeonato Mundial de Fútbol España 82, el defensa Jaime Enrique Villegas lanzó una expresión lapidaria que mucho gustaba al maestro Ramón Oquelí: "Venimos -dijo- a lavar el rostro sucio de la patria". Y en efecto, el rostro de Honduras lucía percudido por la presencia de ejércitos extranjeros que con la aquiescencia del gobierno de turno mancillaban nuestra soberanía, a tal grado que el escritor argentino Gregorio Selser llamó a Honduras una "República alquilada".

Pero no sólo eso, la incipiente democracia hondureña estaba salpicada por actos de corrupción que, antes y después del referido mundial, se fueron repitiendo uno tras otro. A los niños de primaria se les quitó la leche y los lápices, en tanto que a ciudadanos de nacionalidad china se les extendía pasaportes hondureños por un simple fajo de dólares.

martes, 13 de mayo de 2014

Elogio de la locura

En 1509, en la capital francesa, el célebre humanista holandés Erasmo de Rotterdam, publicó su obra Elogio de la Locura, que había sido escrita en casa de Tomás Moro, íntimo amigo del autor, al que éste, por cierto, dedica el libro, reconociéndole el mérito de seguir a Demócrito en eso de reírse de la locura humana.

Las páginas de Erasmo discurren a través de las reflexiones que en ellas hace el único y absoluto personaje que las domina: la propia locura, a través de la cual habla el escritor, en tiempos duros de inquisición en los que había que apelar al ingenio para expresar las ideas.

viernes, 27 de septiembre de 2013

DESFILES Y CIVISMO

Siendo un adolescente de catorce años  participé en un movimiento que se gestó en la Escuela Normal de Varones contra la celebración de las fiestas patrias a través de los tradicionales desfiles.

Nuestros argumentos, entonces, eran contundentes: no hay nada que celebrar porque el nuestro  es un país dependiente, los desfiles son más bien una competencia en la que siempre ganan los colegios de los ricos y lo mejor es la realización de otro tipo de actividades como foros, conferencias, concursos de oratoria y divulgación de artículos a través de murales o periódicos estudiantiles.