Isaiah Berlin, uno de los más profundos
pensadores del siglo XX, visualizó recurrentemente en sus ensayos la relación
entre la libertad y el respeto a la diversidad y el pluralismo.
Berlin se encargó de demostrar que en una
sociedad donde predomina el monismo (hoy se llama a esto “pensamiento único”)
sencillamente no puede existir libertad, con el agravante que, al imponerse una
sola visión del mundo, se suele caer en posiciones fanáticas y
fundamentalistas, generalmente manifestadas en exclusión, persecución e incluso
guerra.